Manifiesto del Consejo General de la Psicología por el Día de la Salud Mental Materna

03 Mayo 2023
Manifiesto del Consejo General de la Psicología por el Día de la Salud Mental Materna

Manifiesto del Consejo General de la Psicología por el Día de la Salud Mental Materna

Con el propósito de sensibilizar a la población acerca de la importancia de prevenir, detectar y ofrecer tratamiento a los problemas de salud mental que pueden aparecer durante el embarazo, el parto y el postparto, se celebra el 3 de mayo, el día de la Salud Mental Materna.

Con motivo de la conmemoración de esta fecha, y tras conocer que, el pasado mes de marzo, el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer de la ONU (CEDAW), reprobó por tercera vez a España por considerar al Estado responsable de ejercer violencia obstétrica contra una mujer a la que se le practicó una cesárea en contra de su voluntad, desde el Consejo General de la Psicología y su división de Psicología Infanto-Juvenil y Perinatal, queremos concienciar sobre la importancia de erradicar este tipo de violencia y de atender las consecuencias psicológicas que puedan derivarse de este tipo de violencia contra las mujeres.

La violencia obstétrica ha sido definida por la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2014) como aquella violencia que “sufren las mujeres durante el embarazo o el parto al recibir un maltrato físico, humillación y abuso verbal, o procedimientos médicos coercitivos o no consentidos”, incluyendo “la no obtención de un consentimiento informado, la negativa a administrar medicamentos para el dolor, un descuido de la atención o violaciones graves de la intimidad”.

Se trata de una violencia ejercida por algunos/as profesionales de la salud sexual y reproductiva (embarazo, parto, fertilidad, interrupciones del embarazo u otras), que puede tener graves consecuencias psicológicas y físicas tanto para la mujer, como para la familia, pareja e hijos.

Diferentes estudios realizados sobre el parto traumático señalan que muchas de las mujeres que participaron en estos estudios refieren haber recibido un trato inadecuado, irrespetuoso, autoritario y paternalista y no haber contado con información sobre el proceso (Allen, 1998; Creedy, 2000; Soel et al. 2003). En el mismo sentido, el Observatorio de Violencia Obstétrica (2021) recoge que, en torno a un 40% de mujeres ha sufrido este tipo de violencia, que un 44,4% considera que fue sometida a procedimientos innecesarios o dolorosos y que, entre estas últimas, el 83,4% no había aceptado esas prácticas mediante un consentimiento informado.

Las consecuencias psicológicas que se han relacionado con la violencia obstétrica en las mujeres incluyen la aparición de respuestas traumáticas, síntomas y problemas relacionados con ansiedad, depresión, problemas sexuales y dificultades en la vinculación con sus bebés.

Es, por lo tanto, imperativo garantizar los mecanismos que prevengan la violencia obstétrica, la atención a los y las profesionales que participan en los procesos obstétricos y la atención psicológica a las mujeres y familias que se han visto expuestas a cualquier tipo de violencia obstétrica.