Pascual Abellán: "Hemos asociado la locura de una mujer a un desequilibrio, y la locura de un hombre a una genialidad"

El pasado martes 10 de octubre, Día Mundial de la Salud Mental, lo vivimos en Navarra de una forma muy especial, con la representación de la obra teatral “Locos”, que llegó hasta nuestra Comunidad después de realizar varias funciones en la Gran Vía madrileña y en medio de una “tournée” por diversas ciudades españolas.

La obra pone de relieve la importancia que tiene hablar de salud mental. Y lo hace con la intención de romper con los estereotipos arraigados en nuestra sociedad en la que la enfermedad mental y la vulnerabilidad se asocia a lo femenino.

Hemos hablado con el director de la obra, José Pascual Abellán, quien nos ha explicado los motivos por los que esta obra está llegando a tanta gente.

¿Cuál es el objetivo de la obra "Locos"?
Principalmente hablar de salud mental sin tabúes, poner el tema sobre la mesa dado que es un asunto de actualidad, un tema que por fin preocupa y ocupa a la sociedad. Estamos "saliendo del armario" de alguna manera en lo que a estabilidad emocional se refiere y es bueno que la ficción contribuya recogiendo historias, visibilizando y normalizando todo lo que tiene que ver con la salud mental. 

¿Considera que los hombres no asumen los problemas mentales de la misma forma que lo asumen las mujeres?
Históricamente los hombres han sido educados a nivel emocional de una manera diferente a las mujeres. No podían mostrar la debilidad, la fragilidad. Parece que el hombre es fuerte por naturaleza y la inestabilidad emocional, la depresión, la debilidad o la tristeza se han asociado en mayor cantidad a la mujer. Afortunadamente esto está cambiando, la salud mental nos iguala y nos coloca a todos y a todas en un mismo lugar, en un punto de partida similar en nuestra evolución y nuestra salud. Además, históricamente hemos ido asociando la locura de la mujer a su desequilibrio y la del hombre a su genialidad, a algo positivo. Ahí también ha habido mucha diferencia. Una "loca" era una mujer desequilibrada y un "loco" prácticamente un genio. 

¿Qué opiniones está percibiendo de la obra tras ser representada en otras ciudades?
Muy positivas. Creo que hay algo que caracteriza a "Locos" y es que, por encima de todo, habla de la delgada línea que separa la cordura del desequilibrio desde el respeto, la seriedad y teniendo en cuenta que es un tema importante donde no todo vale, donde no hay lugar para banalizar. Es un tema clave en nuestras vidas y como tal lo tratamos en la obra, donde cabe el drama y el humor, pero con respeto y credibilidad. La gente sale emocionada y, diría, conmocionada de la obra, tanto el público general, el público comercial, como aquel segmento de la población más implicado en la temática, como son los profesionales de la salud mental o la población directamente con enfermedad mental, que es sin duda nuestro público más crítico y el que nos merece más respeto. 

Supongo que esta obra hace 20-25 años no se hubiera entendido como se entiende ahora. ¿En qué hemos cambiado para que ahora sí tenga el sentido que tiene esta obra?
La cosa realmente ha cambiado mucho. Hemos pasado de esconder a las personas con enfermedad mental, anulándolas de la sociedad, a una segunda etapa donde no éramos capaces de reconocer la inestabilidad y la necesidad de acudir a profesionales, y ahora una etapa por fin más abierta donde la salud mental está sobre la mesa, donde todos somos iguales ante un problema de este tipo y donde, además, tenemos hueco en la sociedad y en las agendas políticas. Lo que espero es que esto no sea una moda y realmente esta importancia siga creciendo y la atención, presupuestos y dedicación no cesen.

Probablemente hace 25 años los personajes de una obra así no hablarían con la claridad con la que, de una manera u otra, exponen su situación los personajes de “Locos”. La visión sobre la salud mental ha cambiado y, sobre todo, la visión de la salud mental en hombres. El género ha condicionado la forma de entender, abordar y tratar las enfermedades mentales. La construcción de lo masculino ha venido dada por las limitaciones emocionales. Ahora es un gran momento para contar una historia así.

Tras la función participó en un coloquio junto al psicólogo David Brugos. ¿Qué aspectos destacó en su intervención? 
Básicamente lo interesante fue recalcar, sellar en la sociedad, que la salud mental es un aspecto inherente al ser humano. Que es una cosa que incumbe a todos y que no hace falta esperar a tener un papel, un diagnóstico, para empezar a preocuparse de la salud mental. Ese fue el punto principal. 

Por último... ¿Tiene previsto representar la obra en otros escenarios próximamente?
Sí, después de haber realizado una temporada estival en la Gran Vía madrileña, comenzamos una gira nacional que nos llevará por varios teatros de la geografía tanto a nivel comercial, en los teatros de las ciudades, como a través de los Colegios de Psicólogos de diferentes municipios, como esta ocasión especial de la función en Navarra. Hemos comenzado la gira además con una función muy especial en la prisión de Ocaña, para presos comunes y los presos del módulo de salud mental, y tras esa función vamos a Ceuta (también con el Colegio de Psicólogos), Pamplona (con vosotros), Colmenar Viejo, Aranjuez, Cádiz, Albacete y varias ciudades más. También estamos pendientes de cerrar la fecha de nuestra función en Oslo.