“Obligar a Kyrgios a ir al psicólogo no servirá de nada”

20 Oct 2016

“Obligar a Kyrgios a ir al psicólogo no servirá de nada”

Alfredo Uriz considera que la sanción de la ATP de obligar a Kyrgios a ir al psicólogo durante tres semanas no conllevará ninguna modificación en su comportamiento.

La Asociación de Tenistas Profesionales (ATP) ha sancionado con 16.500 dólares y ocho semanas sin poder disputar ningún torneo al australiano Nick Kyrgios por “conducta contraria a la integridad del juego” durante el torneo de Shanghai. En concreto, el tenista regaló unos puntos a su rival, el alemán Mischa Zverev, y se encaró con un aficionado que presenciaba el partido del torneo chino. Pero la sanción se puede reducir de ocho a tres semanas si Kyrgios acepta seguir “un plan de tratamiento bajo la dirección de un psicólogo deportivo o un plan equivalente aprobado por la ATP”. Hemos hablado con Alfredo Uriz, psicólogo del deporte con deportistas y clubes deportivos (rugby y tiro con arco), para que nos cuente sus impresiones sobre esta “peculiar” forma de sancionar a un deportista.

- ¿Cómo valoras esta sanción?
- Lo que viene a plantear la ATP es que como no hay una buena conducta la forma de mejorarla es ir al psicólogo y por eso plantea que si el jugador no se sabe comportar debería trabajar una modificación de su conducta, de ahí que de esta forma reconoce que se ha pasado y el castigo es menor. Es como cuando tenemos una multa de tráfico y si la pagamos enseguida nos quitan el 50% de la cuantía.

- ¿Se castiga al deportista por su bien o para tratar de evitar que se repitan situaciones similares en una pista de tenis?
- La ATP no se plantea la importancia de la figura del psicólogo sino que solo se fija en que en su circuito no haya este tipo de comportamientos, ya que no benefician a su imagen.

- ¿Crees que la ATP acierta al interpretar de esta forma el papel de un psicólogo?
- Si lo analizamos desde la óptica de la profesión en general no me parece mal que se le recomiende al jugador la posibilidad de trabajar con un psicólogo, pero nunca como una obligación porque lo más probable es que no se consiga en tan poco margen de tiempo ninguna modificación de su comportamiento. Él cumple, lo hace y punto. No nos lleva a ningún lado. Si lo analizamos desde la óptica de la profesión en el aspecto deportivo confundimos las churras con las merinas y no aporta absolutamente nada, ya que siempre se lleva la situación a la interpretación clínica de la profesión, y aunque haya momentos en que también trabajamos estas cuestiones, la psicología del deporte va mucho más allá. Trabajar visualización, motivación, relajación, autoconversación, autoconvencimiento, pensamientos, sentimientos, lo emocional, lo cognitivo, lo conductual, etc, etc, etc…, conlleva a que hay mucho trabajo de fondo a la hora de incidir en la mejora de un deportista, no solo un aspecto conductual.

- ¿Conocías alguna sanción similar en la que la multa se rebajara si el "condenado" aceptara acudir a sesiones con un psicólogo?
- Sí que he conocido en otros aspectos de la profesión que puede haber una rebaja al “condenado” si acepta no solo a acudir a sesiones con psicólogos, sino que se demuestra su mejora y la reparación o su disposición de cambio de actitud en personas que pueden estar o bien en tratamiento de drogodependencias, sanciones administrativas, penales, de violencia de género, etc. No recuerdo que se diera un ejemplo así en el ámbito deportivo.

- ¿Repercute positivamente en la imagen que la sociedad puede tener del profesional de la psicología con este tipo de sanciones?
- Siempre he sido partidario de que haya sanciones de este tipo en el deporte y además deberían ser más frecuentes y con deportes más mayoritarios, véase futbol, para llevar una mejora del deporte profesional como unos valores que deben ser transmitidos a la población en general. Si repercute positivamente en nuestra profesión creo que no, porque da la sensación de que tú haces algo mal y ya lo resolverán los psicólogos que para eso están, por lo que no atacamos de salida a la raíz del problema que tiene un aspecto marcadamente educativo.

- ¿Y cómo se puede atacar a la raíz del problema?
Creo que hay que incidir en el aspecto de la importancia de los valores humanos a la hora de trabajar con los deportistas: respeto, compañerismo, solidaridad, etc. Esto se debe trabajar desde la infancia, tanto en las escuelas, como en los deportes en general. Te pongo un ejemplo: en el rugby al árbitro solo le puede hablar el capitán y siempre desde el respeto. Cuando alguno de nuestros chicos protesta, aunque lo haga con respeto, automáticamente se le cambia y no vuelve a jugar. Es evidente que no lo vuelve a realizar y lo hacemos desde que tienen 6 años hasta los 18. Es evidente que cuando llegan a seniors ya lo tienen aprendido.

- ¿En qué aspectos puede ayudar un psicólogo a un tenista profesional?
- Claro que puede ayudar, pero tendríamos que ver cuál es la necesidad del tenista y que aspectos quiere trabajar. Si es algún aspecto de personalidad o de modificación de conducta, etc.., cualquier profesional lo podría trabajar, pero si son aspectos de mejora en el deporte es más conveniente que trabaje con especialistas en psicología del deporte. Pese a todo siempre hay que tener en cuenta que el deportista quiera trabajar con el profesional, porque si no es así lo más probable es que acabemos en el fracaso.

- ¿Se sanciona poco en el mundo del deporte las conductas antideportivas?
- En este torneo de Shanghai ha sucedido algo curioso, que demuestra que a veces el deporte es injusto y pagan unos por otros. Se ha sancionado a Kyrgos, pero no a Djokovic, que durante su partido contra Bautista-Agut rompió la raqueta contra el suelo. Pienso que esto es también una falta de respeto y que debería ser sancionado porque da muy mala imagen a nuestros niños: no es educativo y es violencia. ¿Qué pasa que no nos atrevemos a sancionar al número 1 de la ATP y sí al 12 del mundo? Si nos vamos al fútbol o a otros deportes aún es peor y se ven peores cosas. En abril de este año en Argentina a un jugador de rugby por propinar una patada en la cara a un rival le cayó una sanción de 29 años sin poder jugar. Es cierto que en el rugby el respeto es lo más importante, pero porque lo trabajamos desde la infancia, por eso nos parece bien que una persona que realiza una acción como esa está bien castigada.