Cómo afrontar el miedo que provoca el coronavirus

15 Mar 2020
Cómo afrontar el miedo que provoca el coronavirus

Cómo afrontar el miedo que provoca el coronavirus

¿Cómo nos afecta a nivel psicológico una epidemia o el miedo a un contagio?

No hay nada más contagioso que el miedo. A pesar de que el miedo es una emoción básica de nuestro psiquismo. Está dispuesta en nuestro organismo como una reacción de defensa y adaptación ante un estado de alarma que se produce frente a situaciones amenazantes.

Gracias al miedo nos mantenemos en alerta y ponemos en marcha con más eficacia, acciones de lucha o huida frente a los peligros. También puede desadaptarnos si es muy intenso y va limitando poco a poco nuestra actividad cotidiana. Esta reacción puede provocar que el individuo se bloquee y no sepa gestionar las situaciones amenazantes con eficacia.

El miedo no solo lo generan situaciones reales sino también nuestros pensamientos, como cuando le damos demasiada importancia a algo o pasamos mucho tiempo pensando en ello.

¿Qué podemos hacer ante el miedo al contagio de una enfermedad, en este caso por el Covid-19? Se pueden tener en cuenta una serie de comportamientos y actitudes que nos ayudarán:

 Informarse bien

· Huir de informaciones que no son rigurosas y recurrir a las fuentes que son fiables, como son los canales de información oficiales, las páginas de la Organización Mundial de la Salud o la web del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, que cuentan con explicaciones muy claras sobre los bulos que se están creando en torno a esta enfermedad.

· Tener cuidado con la información que circula por las redes y procurar contrastarla con las informaciones oficiales.

· Limitar el tiempo que dedicamos a escuchar o ver programas de televisión o radio sobre el coronavirus que nos provocan malestar o que recurren al sensacionalismo o al alarmismo.

· No contribuir a la desinformación, solo hablar de información contrastada por fuentes oficiales. Todos podemos contribuir a eliminar las informaciones falsas.

· No llamar a los teléfonos de emergencias para pedir información, se colapsan servicios que son necesarios pudiendo recurrir a otras fuentes de información.

· Con los niños o menores es conveniente prestar atención a sus dudas y preocupaciones, no generarles inquietudes si no las tienen. Sí responder a sus preguntas si las tienen. No darles más información de la necesaria. Ayudarles a filtrar información que no es rigurosa. Acompañarles con  información clara sobre cómo reducir el riesgo de infectarse.

 

Seguir las recomendaciones de las autoridades sanitarias.

· Las autoridades sanitarias establecen las medidas más adecuadas para hacer frente a la enfermedad y minimizar los contagios. También nos dicen qué debemos hacer, en caso de que sospechemos que hemos contagiado la enfermedad.

· Ante la duda de contagio, seguir las indicaciones de las autoridades sanitarias.  Evitar hacer consultas médicas superfluas para no colapsar los dispositivos asistenciales.

· Confiar en la Ciencia y en la experiencia de nuestro sistema sanitario. Tomar más precauciones de las aconsejadas por los médicos, no nos dará más protección frente al virus, por el contrario aumentará nuestro miedo y angustia.

 

Adoptar medidas razonables

· Mantener nuestras rutinas y actividades cotidianas en la medida de lo posible. El miedo se controla mucho mejor si no nos alejamos de nuestra cotidianidad, si evitamos hacer nuestra vida normalmente, lo alimentamos.

· La OMS recomienda que mantener hábitos de vida saludables favorece nuestro sistema inmunitario, estos hábitos y comportamientos cuidarlos especialmente.

· No tomar más precauciones de las necesarias para no alimentar nuestro miedo y el de quienes nos rodean, especialmente niños.

· Reconocer nuestras emociones y aceptarlas. Si es necesario compartirlas con las personas más cercanas y si nos desbordan, buscar ayuda profesional si fuera necesario.

· Acordarnos de las habilidades que otras veces ponemos en marcha cuando se han dado circunstancias adversas, la incertidumbre y la angustia se minimizan cuando pensamos cómo hacer frente a lo que tememos.

· Utilizar el sentido del humor, ayuda a mantener bajo control el miedo.

 

 

Firmado: Rosa Ramos Torío
Decana del Colegio de Psicología de Navarra y vicesecretaria del Consejo General de la Psicología de España