Pautas para informar sobre personas con discapacidad

21 Mayo 2024
Pautas para informar sobre personas con discapacidad

Pautas para informar sobre personas con discapacidad

El Comité de Entidades Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI Aragón) ha elaborado una guía en la que brinda a los medios de comunicación una serie de pautas para el trato informativo adecuado de las personas con discapacidad, con el fin de trasladar a la sociedad una imagen acorde a la realidad de estas personas.

Guía (pdf)

Las personas con problemas de salud mental a menudo enfrentan estigmas y discriminación en la sociedad. Los medios de comunicación tienen el poder de desempeñar un papel positivo al promover una comprensión más empática y precisa de estas cuestiones. Por ello es esencial considerar ciertas pautas y prácticas para garantizar un trato adecuado en la cobertura periodística.

Apelando a la responsabilidad social de los medios “para seguir avanzando en la inclusión de las personas con discapacidad en la sociedad”, recoge el siguiente decálogo de buenas prácticas para garantizar sus derechos:

  • Son personas con discapacidad, no discapacitados.
  • No uses la discapacidad como sustantivo.
  • Se vive con discapacidad, no se sufre ni se padece.
  • Dirígete directamente a la persona con discapacidad, no a su intérprete o persona de apoyo.
  • No infantilices ni el trato ni el lenguaje.
  • No contrapongas normalidad a discapacidad.
  • Huye de lugares comunes: no caer en connotaciones victimistas o negativas, ni trasladar la imagen de que las personas con algún tipo de discapacidad son héroes o heroínas.
  • Cada persona es única y la discapacidad es diversa.

La guía recomienda evitar la simplificación excesiva y el uso de estereotipos a la hora de hablar de salud mental

A lo largo de sus páginas, el documento recoge una serie de cuestiones generales comunes a todas las discapacidades, relacionadas con el lenguaje (términos de uso desaconsejado, no usar la discapacidad como sustantivo, no utilizar descripciones negativas, etc.) y para un trato adecuado (dirigirse directamente a la persona con discapacidad en lugar de hablar a terceras personas, facilitar la accesibilidad del entorno, asegurarse de que necesita ayuda antes de dar por hecho que la necesita, etc.), exponiendo lo que debe hacerse y lo que no a la hora de dirigirse a -y hablar de- las personas con discapacidad.

De forma específica, la guía se estructura en diversos apartados, en función del tipo de discapacidad (a saber, discapacidad auditiva, discapacidad visual, sordoceguera, discapacidad física y orgánica, discapacidad intelectual, trastorno del espectro del autismo y discapacidad mental), indicando, para cada uno de ellos, las pautas para un trato adecuado y el uso de un lenguaje inclusivo.

Concretamente, en relación con la salud mental, CERMI Aragón recuerda la trascendencia de “evitar la simplificación excesiva y los vínculos no fundamentados entre la enfermedad mental y ciertos estereotipos, como la violencia o la genialidad”. En este sentido, considera esencial la presentación precisa y equilibrada de las historias para evitar reforzar conceptos erróneos y perpetuar el estigma.

Asimismo, subraya la importancia del uso de un lenguaje respetuoso y preciso. Teniendo en cuenta el impacto significativo que tienen las palabras en la percepción del público, es fundamental “evitar términos despectivos o sensacionalistas al referirse a personas con problemas de salud mental”. Es clave aquí el uso de un vocabulario inclusivo y empático, por su influencia en la percepción de la información ofrecida.

Es crucial el uso de datos precisos y fuentes expertas para una cobertura informativa precisa y equilibrada

El documento apela también a la elección de datos precisos, y fuentes autorizadas, expertas y verificables para una cobertura informativa precisa y equilibrada, dado que, no hacerlo puede “perpetuar malentendidos y falsas creencias sobre la salud mental”.

Para un trato adecuado, se recomienda que, a la hora de redactar un titular y una noticia, se evite mencionar el problema de salud mental si no es relevante en la información sobre el suceso y no es causa directa o determinante del hecho relatado.

En pro del uso de un lenguaje inclusivo, la guía señala lo siguiente:

  • Evitar asociar el problema de salud mental con violencia, marginación, aislamiento, genialidad o excentricidad, «a menos que sea esencial y exista una clara causa y efecto».
  • Hablar sobre personas con un problema de salud mental, no de ‘locos’, ‘dementes’, ‘enfermos mentales’, ‘esquizofrénicos’, ‘bipolares’.
  • Utilizar los términos: centro de salud mental, centro de día, centro de rehabilitación, centro neuropsiquiátricos, y evitar el uso de: manicomios o instituciones mentales.
  • Hablar de ingreso hospitalario, no de internamiento.
  • De igual modo que no se hace con otras problemáticas, los problemas de salud mental no deben ser el foco de los titulares de sucesos asociados a sus protagonistas.

Recoge también directrices para un uso correcto del lenguaje visual, tales como, evitar estereotipos y caricaturas que puedan perpetuar ideas erróneas, investigar a fondo los trastornos y las experiencias antes de representarlos visualmente, obtener el consentimiento y respetar la privacidad de las personas con experiencias de salud mental cuando se presenten sus historias, no hacer uso de imágenes gráficas o sensacionalistas que puedan causar angustia innecesaria o glorificar los trastornos y no hablar de métodos utilizados en el abordaje de un suicidio, ni mostrar imágenes sobre cómo se produjo.

  • Evita ahondar en la doble discriminación que supone ser mujer con discapacidad
  • La accesibilidad universal es un derecho. Es responsabilidad de todos, también tuya, garantizar comunicaciones, contenidos y entornos accesibles