Joseba Achotegui: "Con las noticias de Siria hay más conciencia del sufrimiento del refugiado"
Joseba Achotegui: "Con las noticias de Siria hay más conciencia del sufrimiento del refugiado"
Los refugiados viven situaciones extremas porque han abandonado su país y se encuentran en tierra de nadie. ¿Cuáles son las características de vida de estas personas?
No solo el refugiado. También el inmigrante. El refugiado es un tipo particular de inmigrante, con caracteristicas muy difíciles. Hay inmigrantes indocumentados, inmigrantes con muchas dificultades comparables. El refugiado es un tipo de inmigrante que vive siete duelos: familia y los seres queridos; lengua; cultura; tierra; estatus social; contacto del grupo de pertenencia; y los riesgos para la integridad física que supone la inmigración. El refugiado vive con mucha dificultad con estos duelos. En el duelo por la familia muchas veces se da porque tiene que salir de su país sin la familia. Sale una persona y al cabo de mucho tiempo puede reagrupar a la familia, esa reagrupación es difícil de mantener. La vida familar se rompe. Otro gran estresor: Los documentos, la aceptación como refugiado tiene muchos problemas, sobre todo en España. En este país hemos exportado gente, no los hemos recibido. Aunque ahora vivimos una novedad. El 85% de las solicitudes de asilo se rechazan en España, y el número de refugiados que España aceptó en 2014 era de un centenar, cifras muy bajas en comparación con otros países de nuestro entorno.
¿El refugiado se reconoce como tal en cuanto abandona su país?
Hay mucha gente que es refugiada pero el país de destino no le reconoce como refugiado y acaban siendo indocumentados o sin papeles. Pero incluso estos refugiados que llegan con sus papeles en regla, van a tener problemas a nivel familiar, porque reagrupar la familia cuesta mucho y van a tener la situaciones de trauma que tienen por las guerras. Las guerras no son reconocidas como fundamento para darles el refugio.
En el curso que ha impartido en Pamplona ha hablado de los factores de riesgo en salud mental. ¿Qué factores existen?
Existen dos variables: El primero es la vulnerabilidad: el psicólogo, ante el refugiado, debe valorar si tiene vulnerabilidad previa, si ha tenido enfermedades previas, si ha vivido situaciones de un grado traumático muy importante. Y el segundo son los estresores: situaciones de estrés, complicaciones que va a vivir esta persona porque va a tener problemas familiares, dificultades de estatus porque no le van a reconocer como refugiado, va a vivir en una situación de indefensión etc.
¿Qué característicias debe tener el psicólogo para realizar un buen trabajo con estas personas?
En primer lugar tiene que tener conocimiento y formación en el área de la salud mental, en la inmigración y en la salud mental transcultural… Conocer lo que supone el duelo por la lengua y la cultura dado el dramatismo de su situación en la que debe adaptarse a un país, a una lengua. Todo supone un esfuerzo. Un psicólogo que trabaja con estas poblaciones tiene que conocer lo que es el estrés y el duelo migratorio, que es lo que está relacionado con los problemas psicológicos de la migración, pero tiene que conocer también el ámbito de la psicología transcultural, para ver de qué forma esa persona concibe el mundo, qué valores tiene. Lo veo en Barcelona con mujeres pakistaníes que tienen una idea contraria, por ejemplo, a nuestra idea de la importancia de la autonomía personal, que cada individuo haga lo que quiera. Estas personas consideran que la autonomía personal es un defecto, lo ven como algo negativo. El trabajo psicológico es muy complejo porque podemos estar aplicándoles unos valores que no son los suyos y esto puede llevar a una situación en la que no les estamos ayudando y entramos en conflicto con ellos. Por eso hay que conocer muy bien toda la parte cultural.
¿Se traslada esta formación en las facultades a los estudiantes de Psicología?
En España no mucho. La formación de grado no contempla este ámbito. Nosotros tenemos un posgrado online semipresencial en Barcelona, Salud Mental con intervenciones psicológicas con inmigrantes, refugiados y minorías. Sí que existe esta formación, pero no está bien contemplado en la formación básica de un psicólogo, y creo que es una asignatura pendiente.
Los acontecimientos de los últimos meses en Siria, ¿están acercando a la sociedad a la labor del psicólogo?
Sí, hay más conciencia del sufrimiento que tiene esta población. Pero vivimos en una sociedad bastante deshumanizada. Sobre todo cuando hablamos de inmigrantes, con refugiados menos. Vivimos teniendo en cuenta el aspecto demográfico y económico, mientras que el lado humano y personal no se ve muchas veces. Hay que hacer un trabajo, hacer ver que el inmigrante es una persona, no un número. Hay personas con familias rotas, que tienen miedo. Son las características de lo que denominé el "Síndrome de Ulises", que recoge el drama de las migraciones actuales y sus estresores: soledad forzada, miedo, indefensión… todo acaba pasando factura a nivel psicológico.
Hoy las noticias llegan de Siria, Afganistán, Eritrea, Irak... aunque suene a ciencia ficción... Y si llega el día de mañana esta situación a España y tenemos que huir... ¿estamos preparados?
Uno nunca está preparado del todo para esto. Siria era hace 10 años un país muy estable, con un régimen fortísimo: nadie se imaginaba en 2006 que uno de los regímenes más controlados y fuertes y dictatoriales se podría convertir en el país más caótico del planeta. Es muy difícil de imaginar. Y si nos pasara a nosotros lo pasaríamos bastante parecido. Al fin y al cabo todos los seres humanos necesitamos apego, estabilidad afectiva, seguridad, posibilidades de una vida digna… todo lo que ellos ahora no tienen.