"En la medida en que participemos en el Colegio, este funcionará aún mejor"
"En la medida en que participemos en el Colegio, este funcionará aún mejor"
Dos de las 25 personas que el pasado viernes 10 de marzo recibieron una mención honorífica por su inscripción durante 2016 al Colegio de Psicología de Navarra nos han contado cómo ha sido su vinculación con la profesión. Desde que decidieron estudiar Psicología hasta el día de hoy. Se trata de dos perfiles muy diferentes. Aunque ambas estudiaron en la misma ciudad, Salamanca, lo hicieron en universidades y épocas distintas. Alba Larrión acabó la carrera hace seis años en la Universidad Civil, mientras que Maite Ruiz finalizó sus estudios en los 90 en la Pontificia. Hemos conversado con ellas.
¿Por qué decidisteis estudiar Psicología?
Alba Larrión: “La decisión de estudiar Psicología no la tenía muy meditada hasta que tuve que escoger una carrera. En su día barajé estudiar Periodismo o Economía, pero a la hora de tomar la decisión en mi casa sorprendió que me decidiera por Psicología. A mi familia les llamó la atención que habiendo dos universidades en Pamplona, tenía claro que quería irme a estudiar a Salamanca, pero enseguida vieron que se podía tratar de una oportunidad para mí y me apoyaron desde el principio. Aprovecho también para agradecer a Tere Labiano y a Víctor, su apoyo durante estos años de formación”.
Maite Ruiz: “En mi caso yo tenía pensado estudiar Psicología, pero en esa época había que irse de Pamplona y no era tan fácil. Así que llegué a empezar Periodismo, pero al mes de comenzar me di cuenta pronto de que era una carrera que no me encajaba. Así que me pasé a Pedagogía, que era la carrera que había aquí que se asemejaba un poco a Psicología, pero no era lo que quería. Y al final me fui a Salamanca. Mi familia entendió que era lo que yo quería hacer y se dieron cuenta de que la elección correcta era estudiar esta carrera”.
¿Los estudios de Psicología cumplieron las expectativas que teníais pensado?
Alba Larrión: “En mi caso no cumplió mucho con lo que yo esperaba. En el sentido de que me sorprendió que entre el primer y el tercer año había muchas asignaturas de básica, de estadística y de neuro. Y todo lo veía muy interesante pero no veía el momento en que me enseñaran cómo tratar con personas que sufren. Además, en mi caso, tuve una beca Erasmus para estudiar cuarto curso en Florencia, y en quinto estuve también becada en este caso, con la Séneca, en Granada por lo que tuve que convalidar asignaturas. Aunque cogí asignaturas de clínica, se quedaba un poco corto. Sí que aprendí sobre algunas orientaciones o escuelas, pero no salí con una visión global de las maneras de intervenir desde la psicología. De hecho, mi practicum tampoco tuvo que ver con la clínica, y mi sensación fue de salir de la carrera sin haber visto ningún paciente.
Maite Ruiz: “Cuando yo estudié la carrera de Psicología estaba asociada a las Ciencias de la Educación. Ahora está más asociada a las Ciencias de la Salud. A mí lo que siempre me ha gustado, y para lo que mi mente estaba orientada cuando estudiaba, era hacia la psicología de las organizaciones, todo lo que tiene que ver con el mundo de la empresa y el mundo laboral. En aquellos tiempos, y con esa inquietud que yo tenía, y una carrera asociada a las Ciencias de la Educación, mi paso por los estudios de psicología fue un poco decepcionante. Aunque es cierto que recuerdo que durante los tres primeros años tenía muchas ganas de llegar a cuarto y quinto porque era el momento en el que podías elegir asignaturas por las que tenías más inquietud. Pero llegó el momento y las asignaturas de empresa… eran impartidas por profesores que estaban un poco ajenos a la realidad empresarial. Pero creo que es algo que sigue pasando, que el mundo de la Universidad está un poco alejado de la realidad. Quizá con el Plan Bolonia se ha procurado mejorar, pero en mis tiempos lo viví así”.
Alba Larrión: “Por lo que vi en Florencia, en Italia tienen un sistema distinto. Después de la carrera, les exigen años de formación en práctica clínica tanto para ejercer en la pública como en la privada. Creo que en otros países la formación universitaria tiene más base práctica”.
Maite Ruiz: “Yo durante mi carrera no tenía interés en ver pacientes porque el tema clínico no me atraía, pero tenía compañeros que sí tenían interés y tampoco vieron ningún paciente durante los estudios”.
¿Y una vez que acabáis los estudios, qué perspectivas se os abrieron?
Maite Ruiz: “En mi caso cuando acabé la carrera la Universidad se desentendía un poco del alumno. Salvo que quisieras dedicarte a temas de investigación y formar parte de algún departamento, la mayoría de los graduados al terminar la carrera perdíamos el contacto con la Universidad”.
Alba Larrión: “En Granada y Salamanca había una bolsa de trabajo, pero otra cosa es que esta vía te diera opciones reales de conseguir un trabajo. Quizá podías conseguir unas prácticas remuneradas, o si tenías interés en algún tema de investigación podías trabajar junto a algún profesor. En mi caso, como veía que era muy difícil que me pudieran contratar por carecer de experiencia, tras acabar la carrera en junio, comencé en Madrid un curso intensivo para preparar el PIR. Valoraba mucho la posibilidad de formarme 4 años en los distintos servicios que ofrece la sanidad pública, con supervisión por parte de otros profesionales y me preparé para el examen de la convocatoria de enero”.
Maite Ruiz: “Yo me fui a vivir a Madrid y empecé a colaborar a través de un conocido en un departamento psicopedagógico en un colegio. No me gustaba la faceta vinculada con la educación, no era lo que yo realmente quería, pero era una manera de hacer algo relacionado con la psicología”.
¿Dónde os veis en la psicología dentro de un tiempo?
Alba Larrión: “Al hilo del itinerario que he hecho, me he enfocado claramente hacia la clínica. Tras el examen PIR pude coger una plaza en la red de Salud Mental de Navarra y ahora he acabado la especialización en clínica (4 años), y estoy apuntada a la bolsa del hospital con el objetivo de ir cubriendo sustituciones. Mi idea es trabajar en la sanidad pública, aunque tampoco cierro puertas a otras opciones porque espero que la vida profesional sea muy larga, pero lo cierto es que me he orientado mucho hacia este campo”.
Maite Ruiz: “Yo tengo mi empresa, Mediación Navarra, junto a dos socias (abogadas), y las tres somos expertas en mediación. Nos dedicamos a la resolución de conflictos tanto con personas como con organizaciones de cualquier ámbito en el que se dé el problema.
¿Qué esperáis con la colegiación?
Maite Ruiz: “Del Colegio podemos esperar lo que demos. Yo espero del colegio información, actualización a través de cursos y charlas, y mantenerme al día y tener acceso más fácil como colegiada a cosas que puedan ser interesantes en el marco de los colegios profesionales de la psicología”.
Alba Larrión: “Aunque estoy haciendo otras formaciones por mi cuenta, me interesan los cursos del colegio. De hecho, he estado recientemente en un curso de ética profesional y otro sobre el programa de primeros episodios psicóticos. Creo que el Colegio nos puede facilitar estar en contacto con otros profesionales, tanto del ámbito clínico como de otros. También me parecen interesantes los grupos de discusión clínica, el de infantil...”
Maite Ruiz: “Sí, a mí este aspecto también me parece muy relevante. El Colegio te permite poder hacer equipo. La realidad a mí me ha mostrado que los psicólogos estamos un poco aislados, somos como células sueltas, y el Colegio puede ser un lugar donde aglutinar intereses, preocupaciones y respaldarnos entre unos y otros”.