Aumentan las consultas en Atención Primaria por ansiedad, problemas de sueño y depresión
Aumentan las consultas en Atención Primaria por ansiedad, problemas de sueño y depresión
La misma tendencia se observa en el consumo de antidepresivos e hipnóticos y sedantes, que se han incrementado un 10,8% y un 6,6% respectivamente desde el año 2019.
Estos son algunos de los principales datos recogidos en el Informe Anual del Sistema Nacional de Salud 2022, publicado por el Ministerio de Sanidad, a través del cual se ofrece una radiografía general del estado de salud de la población y del sistema sanitario público, brindando en detalle información relativa a la salud y sus factores determinantes, así como sobre la actividad que desarrolla el sistema, su estructura y recursos y la percepción que del mismo tiene la ciudadanía. Tal y como indica el Ministerio, toda la información recogida a lo largo de este informe lo convierte en un instrumento clave a la hora de planificar políticas orientadas a mejorar el sistema sanitario y a reducir las posibles inequidades en salud en los distintos niveles de atención.
Concretamente, el documento incluye datos relativos al bienestar y a la salud mental de la población española, cifrada actualmente en 47.432.893 personas (lo que sitúa a España como el 5º país de la UE-27 con mayor población), aportando conclusiones tan importantes como las que recogemos a continuación:
→ Salud autopercibida
La salud autopercibida es un indicador de salud subjetivo, que aporta información sobre la salud física y mental del individuo y se utiliza como predictor de la mortalidad, de la morbilidad y del uso de los servicios sanitarios. Su simplicidad y la recomendación de la OMS de incluirlo como parte estándar de las encuestas de salud, lo convierten en una de las aproximaciones al nivel de salud poblacional más utilizadas actualmente.
Los datos indican que el 75,5% de los españoles y las españolas valoran su estado de salud como bueno o muy bueno (79,3% hombres y 71,9% mujeres). La percepción de un estado de salud positivo es mayor en el grupo de 25 a 34 años de edad (92,3%) y menor entre las personas de 85 y más años (32,2%). El 45,8% de la población española de 65 y más años tiene una valoración positiva de su estado de salud, en un porcentaje ligeramente por encima de la media europea (UE: 43,3%).
→ Calidad de vida infantil
Valorada según la perspectiva del niño o la niña en términos de su bienestar físico, mental y social, permite, además, identificar la población infanto-juvenil en riesgo, en términos de su salud subjetiva. Los datos señalan que la calidad de vida relacionada con la salud en la infancia y adolescencia se valora con 87,4 puntos sobre 100, con puntuaciones muy similares según el sexo.
→ Problemas de salud mental en la población española
En 2021 se han registrado 369,5 casos de trastornos mentales y del comportamiento por cada 1.000 habitantes, más en mujeres que en hombres (405,3 vs. 332,2). Se observa un aumento de la prevalencia con la edad, registrándose los valores más bajos en el grupo de edad de 0 a 4 años (con 91,4 casos por 1.000 habitantes) y los más elevados en el grupo de 90 a 94 años (con 578,4 por 1.000).
El informe destaca la existencia de un patrón por sexo definido, “afectando en la infancia y adolescencia más a los hombres, y en la juventud y etapa adulta a las mujeres”. Ajustando la prevalencia por edad, la cifra sería de 357,2 casos por cada 1.000 habitantes (326,8 los hombres y 384,3 las mujeres), siendo un 13,0% mayor que la de 2019 y un 43,5% mayor que la de 2016.
De acuerdo con los datos, el 37% de la población española presenta algún problema de salud mental, problemática que aumenta al 50% a partir del grupo de edad de 75 y más años.
→ Ansiedad, problemas de sueño y depresión: problemas de salud mental más frecuentes en AP
Los problemas de salud mental más frecuentemente registrados en las historias clínicas de atención primaria son los trastornos de ansiedad (126,9 casos por cada 1.000 habitantes), seguidos de los trastornos del sueño y de los trastornos depresivos (78,8 y 46,8 por cada 1.000 habitantes, respectivamente), con una tendencia creciente en la serie 2016-2021.
De forma específica, en la infancia y la adolescencia (menores de 25 años), los problemas de salud mental registrados con más frecuencia son, principalmente, los trastornos de ansiedad (35,7 casos por 1.000 habitantes), seguidos de las dificultades específicas del aprendizaje (31,2) y los problemas hipercinéticos (26,5); estas problemáticas siguen también una tendencia creciente, con un aumento entre los años 2019 y 2021 de un 40,7%, un 36,2% y un 11,9%, respectivamente.
Tal y como destaca el informe, la prevalencia de los trastornos de ansiedad aumenta con la edad, afectando más a las mujeres que a los hombres en todas las edades (cerca del 17% de las mujeres y del 9% de los hombres los presentan), y mostrando su mayor cifra en mujeres entre 50-54 años. Asimismo, recuerda que esta problemática afecta a 4 de cada 100 menores de 25 años.
→ Atención a la salud mental en el SNS
Las personas con problemas de salud mental y del comportamiento realizan alrededor de 1,4 veces más visitas al año a los centros de atención primaria que la población general.
Por otro lado, se atienden unos 5,5 millones de consultas de atención especializada de psiquiatría en los centros ambulatorios de especialidades y en los hospitales del SNS (el 95% de las consultas tienen lugar en centros públicos).
Con respecto a las hospitalizaciones, el Ministerio destaca que “la tasa de hospitalizaciones por trastornos mentales y del comportamiento en España es la quinta más baja entre los países de la Unión Europea, por encima de Italia y por debajo de Bélgica”, con una tasa ajustada por edad de 16 hospitalizaciones por 10.000 habitantes (16,5 en hombres vs. 15,9 en mujeres). Esta tasa se ha mantenido en unos valores relativamente estables a nivel global desde el año 2016 hasta 2021, si bien en 2020 se detecta un descenso de más de un 15%, “asociado probablemente, a la situación asistencial durante la pandemia”.
Según recoge el documento, se producen 1,6 hospitalizaciones por cada 1.000 habitantes por este motivo, con una estancia media de 16,2 días, y con porcentajes similares por sexo. Las urgencias hospitalarias han aumentado un 49,3% entre 2021 y 2020, con una cifra aproximada de 336.612 urgencias en 2021.
En lo referente al porcentaje global de reingresos urgentes psiquiátricos en hospitales del SNS, se mantiene en valores similares al año anterior, esto es, del 11,5%, con un pequeño incremento en los últimos 2 años.
→ Aumenta el consumo de antidepresivos, hipnóticos y sedantes en España
Los datos del Ministerio indican que, del total de recetas médicas oficiales facturadas en oficinas de farmacia, los medicamentos constituyen el grupo de la prestación farmacéutica de mayor consumo: representan el 97,3% de los envases facturados y el 94,1% del importe a PVP. De forma específica, el subgrupo terapéutico de mayor consumo en número de envases corresponde a los analgésicos, con 110,9 millones, un 11,2% del total. Le sigue el subgrupo de psicolépticos (en el que se encuentran medicamentos antipsicóticos, ansiolíticos, hipnóticos y sedantes), que suponen el 9,1% del total.
El consumo en España de antidepresivos se ha incrementado de forma continua desde el año 2012, pasando de 66,2 dosis diarias por cada 1.000 habitantes al año (DHD) a 92,7 en 2021 (con un máximo de 139,9 DHD y un consumo mínimo de 49,2 DHD). Destaca también un crecimiento continuo a nivel nacional en el consumo de hipnóticos y sedantes, alcanzando la cantidad de 35,1 dosis diarias por cada 1.000 habitantes, con un máximo de 63,1 DHD y un consumo mínimo de 18,5 DHD.
Así como han aumentado las consultas de psiquiatría en el SNS en un 13,3% desde el año 2019, también lo ha hecho el consumo de antidepresivos e hipnóticos y sedantes, en un 10,8% y un 6,6% respectivamente.
El informe alerta aquí de la posición que ocupa España en la UE en cuanto a consumo de antidepresivos en la UE, situándose en el tercer puesto (con 86,9 DHD), mientras que Portugal presenta el mayor consumo (131,0 DHD) y Hungría el menor (30,4 DHD). En la misma línea, nuestro país registra un consumo de sustancias hipnóticas y sedantes por encima del promedio de 19 Estados Miembros de la UE que presentan datos en la OCDE (20,5DHD).
→ Mortalidad por suicidio en España
El documento incluye un apartado con datos sobre la mortalidad en nuestro país, abordando, de forma específica, la mortalidad por suicidio. Según advierte, si bien este indicador se ha mantenido relativamente estable desde 2012 hasta 2019, desde entonces y hasta 2021, ha aumentado un 7,0%. Esta evolución es similar en ambos sexos, aunque el aumento respecto al 2019 es mayor en mujeres (11,4%) que en hombres (5,8%).
El documento cifra las defunciones por este motivo en 4.005 defunciones, 2.982 hombres y 1.023 mujeres (2 casos más de los 4.003 registrados por el INE), destacando una tasa bruta de mortalidad de 8,5 fallecimientos por 100.000 habitantes (12,9 en hombres y 4,2 en mujeres) y una mortalidad ajustada por edad de 8,0 fallecimientos por 100.000 habitantes (12,6 en hombres y 4,0 en mujeres).
→ Se observa una peor opinión general sobre el sistema sanitario que antes de la pandemia
En 2022, el 57,1% piensa que el sistema sanitario español funciona bien y el 14,5% opina que hay que rehacerlo completamente. Ambas cifras señalan una peor opinión general sobre el sistema sanitario que en los años previos a la pandemia.
El 72,8% de los/as españoles/as afirma que participa en las decisiones sobre su problema de salud y tratamiento en atención primaria y el 71,8% en atención especializada,
→ Psicólogos/as clínicos/as en Atención Primaria
Según datos correspondientes a 2021, hay 366 psicólogos trabajando en atención primaria del SNS, una cifra, a todas luces, insuficientes, más aún teniendo en cuenta la prevalencia consultas relacionadas con problemas de salud mental en este primer nivel asistencial de la salud.
En este sentido, numerosos expertos, entidades y organizaciones -entre ellas, el Consejo General de la Psicología, el Defensor del Pueblo o la OCU-, han venido resaltando la importancia de incluir la figura del psicólogo clínico en atención primaria y aumentar la cifra de estos y estas profesionales, un cambio que, de implementarse, redundaría en una mejora de este primer nivel asistencial (al ser el que soporta la mayor parte de esta carga).
Esto supondría un ahorro en términos de costes económicos y sociales, dado que facilitaría la identificación precoz y la intervención temprana de trastornos mentales, y reduciría la hiperfrecuentación y los tiempos de espera para recibir tratamiento adecuado, evitando, a su vez, complicaciones en la sintomatología del paciente y la consiguiente cronificación.