Fallece Rosa Legarra, psicóloga del GIPEC del Colegio de Psicología de Navarra

Hoy es un día triste, uno de esos días en los que, más que nunca, somos conscientes de que nada de lo humano nos es ajeno. Y es que a pesar de ser un grupo preparado para afrontar situaciones de crisis, desastre y duelo, cuando la pérdida toca dentro, el entrenamiento y la formación no impiden la conexión con el dolor y la vulnerabilidad.

Hoy despedimos a Rosa Legarra, miembro del Grupo de intervención psicológica en situaciones de emergencias, desastres y catástrofes (GIPEC), compañera y voluntaria que desinteresadamente ha dedicado su tiempo y conocimientos para ofrecer apoyo psicológico en emergencias.

A través de estas líneas, nos unimos a su familia en el dolor y agradecemos a Rosa su implicación y entrega para con el grupo.

Un grupo es más que la suma de sus partes, pero en esta ocasión se nos va una parte muy importante. Rosa era capaz de, a través de su sonrisa, transmitir luz a quienes la rodeábamos. Era cercana, humilde... Y desde esa sencillez que le caracterizaba, sin pretenderlo, iba por el mundo irradiando energía. Una energía tranquila, cálida... Una energía que quedará con nosotras. Nos quedamos con ella, nos quedamos con tu fortaleza, con tus ganas de luchar. Seguiremos reflejadas en tus ojos azules y admiradas por tu modo de enfrentar las dificultades.

Recordaremos, tal y como nos enseñaste, que nada muere si sigue existiendo en nuestro recuerdo y que lo que realmente importa son las huellas que las personas dejan en nuestros corazones.

Gracias por todo, compañera,

Descansa en paz.