"El duelo es un proceso natural y normal"

¿Es posible afrontar el duelo de forma positiva? Es la pregunta base sobre la que giró una charla que impartieron las psicólogas Tania Camino y Maite Campistegui del "Grupo de los Procesos de Envejecimiento" del Colegio de Psicología de Navarra en la Biblioteca Civican de Pamplona. La charla se encuadra en las actividades que organiza el Pacto por la Persona Mayor del Barrio de San Juan de Pamplona, una iniciativa vecinal y asociativa que nació en 2018 y que está compuesta por varios colectivos que buscan diseñar propuestas conjuntas de salud, participación y seguridad que repercutan en la población de más edad, mayoritaria en este barrio de Pamplona. 

"El duelo es una reacción adaptativa normal ante la pérdida de un ser querido o ante cualquier tipo de pérdida, incluso simbólica. Se trata de un acontecimiento vital muy estresante (ante la muerte de un hijo, del cónyuge etc.), pero es un proceso natural, sano, de elaboración y aceptación de dicha pérdida", recalcaron las psicólogas para comenzar una charla en la que se dieron herramientas, desde el punto de vista psicológico, para afrontar el duelo.

En la situación en la que fallece una persona, muchas veces se intenta animar a la persona que sufre el duelo con frases que lejos de ayudar pueden suponer un peso extra en la carga emocional que padece quien sufre el duelo. Expresiones como "el tiempo lo cura todo", "tú lo que tienes que hacer es distraerte", "hay que ser fuerte", "no lo pienses que es peor" o "los que estamos aquí necesitamos que estés bien", lejos de ayudar a veces cargan de culpa a la persona afectada y pueden suponer un bloqueo emocional que puede patologizar el duelo.

Tania Camino y Maite Campistegui analizaron cuáles son las circunstancias que condicionan las diferentes formas de vivir el duelo: las normas culturales del entorno, la edad de la persona en duelo, la personalidad con la que se afronta la situación, el tipo de relación con la persona fallecida, si se trata de una muerte repentina o imprevista, la duración de la enfermedad de la persona fallecida, los recursos económicos etc.

Además analizaron las fases del duelo: fase de shock y parálisis; fase de negación; fase de añoranza y búsqueda de la persona perdida; fase de depresión; y fase de resolución. Por último, explicaron las diferencias entre padecer un duelo desde el punto de vista de un adulto, de un niño, de un adolescente o de personas con dificultades cognitivas, trastornos mentales etc.

Para concluir, las dos psicólogas destacaron las cuatro tareas para afrontar el duelo: "aceptar la realidad de la pérdida; experimentar las emociones vinculadas a la pérdida; adaptarse para desenvolverse en el mundo tras la pérdida; y recolocar emocionalmente a la persona perdida y continuar viviendo", y definieron cómo pueden las amistades y los familiares ayudar en estas situaciones. "Convendría dedicar tiempo, acompañando en el dolor y mostrando disponibilidad; comprendiendo, escuchando y dejando hablar sobre el mismo tema las veces sanitarias; compartiendo recuerdos sobre la persona fallecida; permitiendo la expresión de emociones; y no estableciendo comparaciones".