Conversación de tres psicólogos tras 25 años de profesión

06 Abr 2016

Conversación de tres psicólogos tras 25 años de profesión

María Muñiz, Uxua Ardanaz y Alfredo Uriz conversan sobre la transformación de la profesión en los últimos 25 años. Parte I.

La figura del psicólogo ha cambiado en nuestra sociedad en los últimos años de forma sustancial. Lejos queda la imagen preconcebida que hace unas décadas se tenía del paciente que llegaba a escondidas a la consulta y se sentaba en el diván dispuesto a llorar sus penas. Esa imagen ha quedado anclada en el pasado o en los chistes que Forges sigue publicando para plasmar la realidad del país.  Y esta transformación lo demuestra saber que hasta los jugadores de un equipo de rugby de Navarra escuchan desde hace años los consejos que les da un psicólogo. “Creo que la gente ahora confía más en nosotros. Antes te veían como el tipo que curaba a los locos. Ahora te ven como una persona que te puede orientar y ayudar”, afirma Alfredo Uriz, psicólogo de formación y que en los últimos años ha encontrado en la psicología deportiva una vía para plasmar en la práctica la carrera que estudió en los 80.

Uriz asesora, además de al equipo de rugby, a otros deportistas que recurren a él para que les ayude a la hora de preparar sus competiciones. “El mérito del deportista es solo suyo, yo le aporto unas herramientas para que gane en concentración, se aísle del ruido que le rodea y tenga claro cuáles son sus objetivos”. Es el caso de un ciclista que milita en la categoría previa a la profesional y de una tiradora con arco de 19 años con la que confía alcanzar el sueño de participar en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

Otros ejemplos del trabajo de un psicólogo, en campos totalmente diferentes, son los casos de María Muñiz y Uxua Ardanaz. La primera obtuvo una plaza como psicóloga a finales de los 90 en el Servicio Social de Justicia del Gobierno de Navarra (adscripción al Juzgado Decano), desde el que realiza informes forenses para que después los jueces tomen sus decisiones avaladas por el asesoramiento de una profesional de la psicología.  La segunda, tras acabar su formación en Madrid en 1990, ha trabajado como psicóloga en distintas áreas del ámbito clínico y actualmente desarrolla su profesión en el Centro de Salud Mental de Ansoain.

Estos tres psicólogos, junto a otros quince compañeros, recibieron recientemente el homenaje que les brindó el Colegio de Psicología de Navarra por sus 25 años de colegiación. Y se ofrecieron para mantener una conversación en la que recordaron por qué estudiaron esta carrera y cómo les ha ido en la vida profesional. Aunque entre ellos no se conocían y trabajan la psicología desde facetas diferentes, coinciden en un principio ético: el buen psicólogo es el que combina con rigor la formación y la experiencia del día a día. Esta fue la conversación.

- Los tres estudiasteis Psicología en los 80 (Uriz en San Sebastián y Ardanaz y Muñiz en Salamanca) ¿Qué recuerdos tenéis de estudiar esta carrera?

- Alfredo Uriz: “Eran años muy revueltos. Con mucha implicación social. Recuerdo una huelga del profesorado que nos tuvo dos meses sin clases, de forma que se trastocó todo el programa del año (Huelga del profesorado de 1988, precedente de la huelga general del 14-D que se vivió en todo el país pocos meses después). Yo estudié en San Sebastián y con el retraso de los exámenes coincidió que muchos de los que íbamos de Pamplona teníamos que hacerlos en San Fermín”.             

- Uxua Ardanaz: “También recuerdo esos años convulsos, muy parecidos a lo que se está viviendo ahora. Yo estudié Psicología porque en el Instituto me parecía que lo que estudiábamos nos encaminaba para ser profesor. Y no me gustaba la idea, quería estudiar otra carrera, algo más crítico con el sistema. En  3º de BUP tuve la oportunidad de viajar a Salamanca y me fascinó la ciudad. Coincidí con alguien que había estudiado Psicología, me pareció atractivo, y me terminé de animar para estudiar en esa ciudad”.

- María Muñiz: “Yo estudié bachillerato en Zamora y la Universidad más cercana era la de Salamanca. La psicología era lo que más me gustaba y tenía ilusión por estudiar esta carrera”. 

SIGUE EN LA PARTE II >>