Cómo afrontar el duelo en tiempos de confinamiento

El Grupo de los Procesos del Envejecimiento del Colegio de Psicología ha presentado una guía sobre “Pautas para el duelo” orientada a aquellas personas mayores que han sufrido la pérdida de un ser querido durante el estado de alarma y que no han podido “despedirse” de una forma convencional. Las limitaciones existentes, especialmente para las personas mayores que siguen sin tener contacto físico con los hijos/as, nietos/as etc. , está haciendo que el proceso de duelo se viva de forma más dolorosa.

La guía, preparada por las psicólogas Maite Campistegui, Arantxa Saigos, Itsaso Jones, Laura Almudévar y Tania Camino, reconoce que “las situaciones de pérdida que se están viviendo debido al Covid-19 están siendo también excepcionales y atípicas debido a múltiples factores, como pueden ser las restricciones de contacto físico que se han establecido, tanto en el proceso de enfermedad de un familiar como en el de su muerte o despedida”.

Para comenzar, la guía define qué es el “duelo”. Y lo hace con estas palabras: “Es el dolor que se siente ante la pérdida de un ser querido. Una respuesta normal y natural ante la pérdida, un cambio en la manera de vivir y la forma de relacionarte, un proceso que implica tiempo, que es personal, único e irrepetible”. Así, las fases por las que pasan las personas que atraviesan por un duelo son: trauma, shock inicial e incredulidad; protección, evitación y negación; depresión; integración; y transformación y resolución.

La guía establece una serie de recomendaciones para todas aquellas personas que se encuentran en esta fase de dolor, entre las que destaca no dejar que nadie minusvalore tu duelo por el hecho de ser mayor o atender el duelo de las personas mayores con deterioro cognitivo, así como practicar una serie de rituales de despedida que nos servirán para expresar el dolor, integrar la realidad y sentirnos acompañados.

Señala una serie de ideas o propuestas como preparar un escrito para cuando vuelvas a estar con tus seres queridos, escribir una carta contando cómo te sientes con lo ocurrido; buscar poesías o textos con los que uno se siente identificado; realizar dibujos que te permitan expresar de manera simbólica lo que sientes o incluso destinar un lugar de la casa (el rincón del recuerdo) con flores, una foto, velas, un sillón cómodo… al que poder acudir en los momentos en los que te apetezca estar en silencio o rezar en caso de ser religioso.

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