Alzheimer, un mal que no para de crecer

21 Sep 2016

Alzheimer, un mal que no para de crecer

Hoy, día 21 de septiembre, se celebra el Día de Alzheimer, la que se prevé sea la enfermedad más importante del siglo XXI

Según cálculos de diferentes instituciones médicas, a día de hoy cerca de 50 millones de personas padecen Alzheimer en el mundo. Una demencia que tiene una tendencia ascendente y que se prevé que afecte a 135 millones de personas en 2050, lo que haría de ella la enfermedad más importante del siglo XXI.

Los datos en España son también escalofriantes. Se calcula que unas 600.000 personas padecen esta enfermedad, y en 2050 serían 1,5 millones de personas en España quienes la sufrieran. La tendencia responde al envejecimiento de la población de los países del primer mundo, ya que este desorden neurodegenerativo está relacionado directamente con la edad.

¿Cómo combatir esta enfermedad?
Es la pregunta del millón y cualquier respuesta que se dé, a día de hoy, está supeditada a la individualidad de cada persona. No hay fórmulas mágicas, pero sí estudios que demuestran que, por ejemplo, mantener hábitos de vida saludable cuando se ronda los 50 años reduce los casos de alzheimer en un 40%. María Javier Ramírez, catedrática de Farmacología de la Universidad de Navarra, destacaba recientemente que "los últimos estudios epidemiológicos señalan que la enfermedad podría comenzar a desarrollarse sin dar síntomas alrededor de los 50 años. Una vida saludable a partir de esta etapa podría reducir el riesgo de padecerla".

¿Qué puede aportar la psicología a las personas que padecen esta enfermedad?
El envejecimiento poblacional está abriendo una puerta a los psicólogos, creando nuevas opciones de trabajo en una población que históricamente no ha sido particularmente usuaria de los servicios de los psicólogos. Como reconoce en un artículo Manuel Ruiz-Adame Reina, director del Programa de Neuropsicoestimulación Cognitivo-Conductual para enfermos de Alzheimer de la Asociación Alzheimer Santa Elena (Sevilla), "la intervención psicológica aporta un importante valor tanto a nivel neuropsicológico con el enfermo, en el ámbito clínico y psicosocial con el trabajo con cuidadores, y a nivel de asesoramiento y formación de centros e instituciones, labores que están siendo especialmente valoradas desde la plataforma de asociaciones de familiares de afectados".

Desde el Colegio de Psicología de Navarra también trabajamos para ayudar a los pacientes y sus familiares a llevar de la mejor manera posible esta demencia. El Grupo de los Procesos del Envejecimiento del Colegio es un espacio en el que los psicólogos comparten las diferentes problemáticas que tienen los enfermos y los familiares, prestando especial atención a la preparación, formación y seguimiento de las intervenciones que se realizan en este ámbito.

Jeannette Ruiz Goikotxeta es psicóloga e imparte talleres a cuidadores de personas con Alzheimer desde la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer (AFAN). "Saber manejar las emociones, echarle sentido de humor y cuestionarse algunas creencias arraigadas" son algunas de las pautas que traslada en los encuentros, manifestaba en una entrevista publicada en Diario de Navarra el 24 de abril de 2016.

"Es inevitable que el cuidador pase por diferentes emociones. Te vas a cabrear, te vas a angustiar, te vas a sentir culpable. Nos pasa a todos (ella también es cuidadora de un familiar con esta enfermedad) y hay que asumirlo. Igual que hay que aceptar que vas a cometer errores. De hecho, una de las pautas que suele dar es la de "estar ahí, pero separándose física y emocionalmente" cuando sea posible. "Igual tienes que irte a pasar el fin de semana por ahí o tomar un café con los amigos. Pero si te vas el fin de semana no puedes llamar diez veces para ver qué tal va todo. Es una necesidad de control completamente irracional", afirmaba en la entrevista.

¿Quién fue Alois Alzheimer?
Alois Alzheimer fue un médico, psiquiatra y neurólogo alemán que identificó por vez primera los síntomas en una de sus pacientes a comienzos del siglo XX. Desarrolló su labor profesional en un centro de salud mental de Frankfurt desde 1890. En 1901 conoció a Auguste Deter, una señora que fue ingresada en el hospital en el que trabajaba Alzheimer debido a sus cambios bruscos de carácter. Estudió los comportamientos de esta paciente e incluso examinó su cerebro una vez resultó fallecida. Sus investigaciones fueron presentadas en 1906, nueve años antes de que Alzheimer enfermara en un viaje y muriera tras un infarto del corazón con apenas 51 años. Sin embargo, la medicina tardó en incorporar sus estudios al catálogo de enfermedades más corrientes ya que no lo hizo hasta varias décadas después.